Tuesday, March 19, 2013

Yo quiero tener 1 millón de amigos


¿Eres popular? ¿El alma de la fiesta? ¿Todo mundo te conoce? ¡Qué chingón! ¿No? ¿Cuánto estás pagando por conservar esa posición? Y no me refiero a dinero, me refiero a tu propia esencia; ¿Cuánto de tu esencia se está viendo sacrificada en favor de tu adorado público?

La escena gay y sus círculos de élite, un tema que casi todos conocen, y casi todos conocemos a los miembros de tan selecto grupo. Esas élites que se montan las mejores fiestas que puedas vivir, y siempre con la "mejor vibra". ¿Pero qué tan cierto es esto?

Personalmente he vivido el contacto de varios círculos "increíbles" con toda una serie de reglas muy a la Mean Girls, "los miércoles vestimos de rosa y sólo puedes usar cola de caballo una vez a la semana". Como miembros de esta sociedad siempre buscamos formar parte de un círculo, algo nos lleva a querer ser parte de algo, de alguien, de lo que sea, y en el caso particular de la gente gay, que de por si seguramente ya trae historial de cierto rechazo o segregación, sentirse parte de una "manada" es fundamental para sentirse cómodo y protegido. Traemos la inevitable cruz del "te morirás solo", y como a nadie nos gusta esa idea hacemos hasta lo imposible porque no sea verdad, aunque esto sea aguantar "perreos", bullies y cosas peores.




Algunos grupos requieren que seas "de gym", si no, dañarías la imagen, o bueno, si tienes otras cualidades útiles a la manada, quizá te quedes como invitado, pero nada mas. Lo interesante de estos grupos que declaran su amistad a los cuatro vientos y que suben decenas y decenas de fotos en sus fabulosos eventos llenos de amigos, todos divirtiéndose a lo grande, es lo que pasa detrás, lo que se dice cuando se apagan las luces, lo que ellos mismos dicen DE ELLOS MISMOS. ¡Olvida lo que dicen de otras personas!

Pueblo chico, infierno grande; eso dice el dicho, pues en mi querido Monterrey es "pueblo grande, infierno aún peor"; consumido por una comunidad gay cada vez más decadente, cada vez mas corrupta en si misma, violando el mismísimo objetivo de la manada: protegerse unos a otros.

Los amigos son la familia que tu escoges tener, eso ya dice mucho, y claro que todas familias tienen pleitos y desacuerdos, pero lo que he visto dentro de estos círculos es deprimente. Se atacan, usan sus "secretos", esos que se contaron llorando porque son mejores amigos, porque están para "cuidarse", se burlan de el mínimo detalle y no para reír contigo, para BURLARSE. Ese tipo de persona que cree que deja de estar jodido porque hay alguien mas jodido que él, ese tipo de persona que en verdad disfruta ver la desventura de alguien y que sienten aun mas placer cuando le pasa a alguien suficientemente cerca para ser testigo de toda la caída, no importa si es amigo de la manada o no. "Si el está abajo, yo estoy arriba".

Pero siempre pensamos: mejor pertenecer a algo, aunque me denigren, a no pertenecer a nada. Este pensamiento es triste y es lo que está moviendo a toda una generación que daría lo que sea para sentirse parte de algo.

Hace poco tuve oportunidad de ver a casi todo el circuito unido, bailando, saludándose y besándose como los íntimos que claman ser, y empece a recordar pedazos de historia donde llegue a escuchar a uno hablando negativamente de otro, encontré el resultado alarmante y deprimente.

Como bien dicen, los amigos se conocen en el hospital y en la cárcel. En lo personal no pienso sacrificar ni un gramo de quien soy a cambio de pertenecer o agradar a tal o cuál grupo. Quien se queda, se queda, además hay que entender que los amigos van y vienen; la vida es un tren y prefiero viajar con buena compañía que con un tren lleno de gente. No creo que mis 1500 íntimos amigos de Facebook estén realmente interesados en como me siento.

Y como dicen en una película por ahí:
Al final todos estamos solos, pero si todos estamos solos, al menos en eso estamos juntos.

¿Quieres tener un millón de amigos?

PD. Una disculpa si te queda el saco y te molesta.

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